La conciencia de nuestra naturaleza infinita como el poder de estar presentes y conscientes nos favorece nuestro ser y nos lleva en el camino de la vida con claridad, nos quita el velo que cubre nuestros ojos y logramos ver las soluciones con calma y paz, sin forzar o resistir el proceso, porque cuando nos encontramos contra la resistencia, los resultados son como un gran tronco de hielo en un río, donde su estado natural de circulación se ve intervenido y la corriente del agua fluye agitadamente por donde se dirige.

Dios el universo infinito como el Tao, quieren que comprendamos que todas las cosas se van dando en el momento que son, que nos relajemos y disfrutemos este maravilloso camino y que nos dejemos guiar por su grandiosa sabiduría, su voz que constantemente nos habla, para poder ser una guía contra todo lo que nos trae sufrimiento, porque todo lo que sembramos, tarde o temprano lo estaremos cosechando.

Reflexionemos y observemos en cómo el sistema de la autoridad, por su propia naturaleza, es algo sumamente negativo, porque siempre utilizan la fuerza que poseen cuando no tienen otra alternativa, y esto nos lleva a entender, que cuando las cosas se vuelven demasiado resistentes, esto nos envejece, nos debilita y nos lleva a enfermarnos, simplemente por no seguir la escala natural de la vida.

Le pedimos a nuestro creador que nos conceda siempre la tranquilidad para reconocer las cosas que no podemos transformar; el coraje para modificar las cosas que sí podemos cambiar, y la prudencia para distinguir la diversidad que la misma vida nos ofrece como experiencias de crecimiento espiritual.